Niño Carpintero

Este Niño Jesús, tallado en madera sin policromar, representa la figura infantil de Cristo como carpintero, evocando la tradición evangélica en la que san José, su padre terrenal, ejercía este oficio. Realizado en Madrid en 1983 por el escultor José Luis Fernández Aznárez. La ausencia de policromía en la talla realza la belleza natural de la madera, subrayando su sobriedad y captando la atención del espectador en el delicado modelado de los rasgos del Niño.
Este Niño porta en sus manos una cruz y un martillo, anticipando el sacrificio que está destinado a afrontar en su madurez y recordando, al mismo tiempo, los humildes orígenes de su familia terrenal dedicada al trabajo manual. La combinación de la cruz y el martillo simboliza la doble realidad de Jesús como carpintero y como Redentor, vinculando la sencillez de su niñez con la grandeza de su misión salvadora. La imagen del Niño Carpintero procesiona el Jueves Santo, portado por los más jóvenes de la Hermandad. El paso donde va expuesto el Niño Carpintero es obra del tallista local D. Alberto Fernández. El paso está enriquecido con cuatro faroles de los talleres Orovio de Torralba (Ciudad Real). Además, procesiona en Viernes Santo sobre un paso a ruedas.


Originalmente, el Niño Jesús Carpintero se guardaba en las casas de sus Camareras, como muestra de la íntima devoción que generaba en la comunidad. No obstante, en la actualidad, se encuentra, junto con las restantes imágenes —La Oración en el Huerto y el Descendimiento— en la Capilla de la Cofradía. Allí se conservan además diversos enseres, pasos y tronos que forman parte del patrimonio artístico y espiritual de la Hermandad, reforzando la trascendencia de esta devoción en la vida colectiva y garantizando su preservación para las generaciones venideras.


De esta manera, la sencillez de la madera sin policromar y la simbología de la cruz y el martillo continúan impactando a los fieles, quienes encuentran en esta representación de la infancia de Cristo un mensaje de humildad y entrega. El Niño Carpintero se consolida, así, como uno de los tesoros devocionales que enriquecen la Semana Santa de la Hermandad, uniendo tradición, arte y fe en cada estación de penitencia.